El navegante que se aproxime a la boca oriental del Estrecho de Magallanes y recurra a la carta náutica que muestra las inmediaciones del Cabo Vírgenes, seguramente se sorprenderá al encontrar la leyenda “Ciudad del Nombre de Jesús” unos tres kilómetros tierra adentro, en territorio argentino, donde las soledades patagónicas se van confundiendo con él con el paso interoceánico.
La “Ciudad del Nombre de Jesús”, obviamente, no existe. Ni existió nunca. Pero el rotulo recuerda, y quizás brinda también discreto homenaje, a los tres centenares de españoles que se asentaron allí en forma precaria cuando languidecía el siglo XVI.
Fueron ellos quienes afrontaron el episodio final señalado por el destino para una de las más grandes y quiméricas expediciones de conquista y colonización emprendidas en América.
Esta novela nos narra esa epopeya y nos acerca a sus protagonistas. Con sus logros e infortunios. Con sus grandezas y miserias.
