Esta obra con amenidad llamativa, humor y buena pluma, en la que no faltan la aventura y el romance, nos pasea por ámbitos tan disimiles como encantadores, tan exóticos como familiares, en los que el drama y la ocurrencia chispeante están siempre presentes en el relato.
Con un trasfondo de mares y ríos, la lectura nos transporta del Sudán colonial a la Alejandría antigua, pasando por la particular visión de un Bonaparte en viaje hacia Egipto y otros relatos que nos acercan a épocas mas recientes y lugares mas cercanos, sin dejar de lado el rio Paraná y la vieja cárcel de Ushuaia. El libro culmina con la narración brillante, por lo imaginativa y rigurosa en cuanto a hechos históricos, de un supuesto viaje de Jack el Destripador hacia nuestras tierras.
Tenemos aquí un libro difícil de olvidar, para disfrutar de la primera a la última página.
