Durante la década del 70 en nuestro país hubo una guerra declara unilaterarmente por organizaciones subversivas, impulsadas por una idealogía foránea, totalmente ajena a nuestro sentir nacional, con un objetivo públicamente declarado por los responsables de la agresion: la toma del poder.
Centenares de muertos, numerosos lisiado, edificios y otros bienes destruidos, el empleo de organizaciones con armamento y jerarquías castrenses y de una bandera distinta a la nuestra, para ocupar extensas zonas por períodos prolongados, así como para el copamiento de localidades y el asalto a numerosas guarniciones militares, son hechos que - entre otros - certifican la exitencia de esa guerra revolucionaria.
Negar su existencia es sólo parte de la pretendida justificación del ataque perpetrado contra nuestra sociedad por el marxismo leninismo internacional, buscando presentar al agresor subversivo como victima de un supuesto sistema opresor, disfrazar los procedimientos empleados, el objetivo perseguido y aun desfigurar el fracaso militar de su aventura.
A través de su elástica "estrategia sin tiempo", busca contnuar aquel conflicto por oros medios a fin de transformar su derrota militar en réditos políticos, siempre en la consecución de su objetivo permanente: el acceso al poder.
