Al cumplirse el IVº centenario del Descubrimiento de América, la Argentina fue invitada por la corona española para participar de las conmemoraciones junto a una gran concentración de navíos en representación de las potencias marítimas del mundo.
En respuesta se destacó una improvisada escuadra de tres buques integrada pie el acorazado Almirante Brown, el Crucero 25 de Mayo y la cazatorpedera Rosales. Poco después de la zarpada fueron sorprendidos por un violento temporal, y la Rosales, de menores aptitudes marineras que los otros dos, naufrago aproximadamente 200 millas al este del cabo Polonio sobre la costa uruguaya.
La tragedia, de la que solo se salvaron los oficiales y un puñado de marineros, trajo consigo un amplio cuestionamiento, que, si bien originalmente se centró en los sobrevivientes, no tardo en extenderse sobre la Armada y el gobierno nacional.
El libro, al tiempo que descubre la odisea de aquel grupo de hombres enfrentados a la implacable furia del mar, muestra las limitaciones, los condicionamientos y las características de la Marina de Guerra, mientras revela aspectos de la compleja trama política y social de su tiempo.